Para los que el western les sorprendió y para los que aún se quieran dejar sorprender, esta es su película.
Cartel de Blackthorn, sin destino. |
Blackthorn, sin destino es una película de western crepuscular. En esta subgénero los buenos ya no son tan buenos (tienen algunos vicios),además son egoístas y no hay un séptimo de caballería que les salve cuando la diligencia empieza a perder fuelle (un final muy morcillero para el honorable género americano por excelencia).
Concretamente en este filme encontraremos un vuelco en la historia real que decía que Butch Cassidy murió en un tiroteo en Bolivia. Para empezar hablemos del héroe. En el western clásico sería un hombre que hace respetar la ley y el orden natural de las cosas (un tipo formal). Pero en Blackthorn, sin destino nos metemos en la piel de
Butch Cassidy (interpretado por Sam Shepard) que quiere colgar el revolver y las botas y que solo respeta la amistad y su propio honor. Otro tema es la vejez y las últimas oportunidades, Butch Cassidy se iba a retirar pero acompaña a Eduardo `el español´ (interpretado por Eduardo Noriega) y vuelve a sentirse joven como cuando cabalgaba con su inseparable Sundance Kid.
Me quedo también con la fotografía que es sensacional. Este es para mí una de las cosas buenas que tiene el western, los paisajes. También es muy bueno el trabajo de guión de Miguel Barros que tiene parlamentos muy buenos en todo la película y sobre todo los de Butch, Blackthorn.
Los puntos fuertes serían: la fotografía y el personaje de Butch (mérito del guión de Miguel Barrios y de la buena interpretación de Shepard). La música es bastante buena.
Los flojos: española, por tanto, infravalorada.
Fotograma de Blackthorn, sin destino.
Fuentes:
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