Cospedal ya se lo dejó caer a la presentadora de los Desayunos hace tiempo cuando los acusó de falta de imparcialidad. Con la llegada del diestro gobierno la máquina se puso a funcionar para apartar a todos aquellos que molestaban. Primero se cambió la legislación que hacía necesario el entendimiento entre grupos politicos y agentes sociales para asegurar la independencia y la representación de todos en el medio que es de todos. Bueno pues ésto no mola, mejor lo cambiamos para hacer que con mi mayoría absoluta pueda hacer lo que me de la gana (el PSOE ha denunciado al Constitucional la bromita). Siguiente paso: nombrar un presidente de informativos que nos sea más afín, -¿aquel que apoyaba la censura contra la crítica del gobierno autonómico en TeleMadrid? - Me gusta... ¡Compro! ¡Compro!. Paso final: los despidos, o ceses bueno como los quieran llamar. En agosto por supuesto, cuando la gente no los va a echar de menos, mes poco mediático de escuchar Cadena Dial en la playa, siesta con el Tour y como mucho alguna reposición de Jersey Shore.
La noticia a pesar de su "agostidad" ha indignado a mucha gente, especialmente desde que Ana Pastor anunciara en su twitter que le habían comunicado que estaba fuera de los Desayunos y que era hora de "reflexionar juntos sobre su futuro". Desbordantes muestras de apoyo a la presentadora que ya estaba respaldada por el reconomiento de la audiencia y de la profesión que, por irónico que parecezca, le ha concedido este mismo año el Premio Iris a mejor presentadora de informativos. Premio que, por cierto, dedicó a quien fuera su jefe Fran Llorente "Por haber dignificado los informativos de la televisión pública, por dedicar los informativos al público y no a los políticos y por ser valiente".
Del escandalo se han hecho eco los medios internacionales. El diario francés Le Monde titulaba: “Escándalo en la televisión pública española, después de una serie de destituciones” (“Scandale à la télévision publique espagnole, après une série de limogeages”), al igual que otros periodicos galos como Libération o Le Figaro. En el Reino Unido tampoco dan crédito: Tom Burridge, periodista de la televisión pública, declaró que "lo de Ana Pastor nunca sucedería en la BBC" y periodicos como The Guardian firman ojipláticos articulos sobre los ceses.
La televisión pública es de todos y de éso parece haberse olvidado nuestro gobierno, a sabiendas de que los telediarios ganan elecciones y que la opinión pública no deja de ser, al fin y al cabo, la opinión publicada se pasan por donde se pasan la democracia, la libertad, la objetividad y la profesionalidad de un equipo de informativos que ha elevado exponencialmente el prestigio de nuestra televisión. Lo que vendrá aún no lo sabemos pero TVE empieza a oler a TeleMadrid.
Fuentes:
Vertele, I, II, III.
Prnoticias
ElEconomista
Público
ABC
Vayatele
RTVE
Le Monde
Libération
The Guardian
añado la direción del video que no aparece: http://www.youtube.com/watch?v=kw_8hJae_-k
ResponderEliminary una entrevista a Rosa María Calaf y su opinión sobre el caracter de servicio público que brilla por su ausencia en la televisión http://www.jotdown.es/2012/08/rosa-maria-calaf-en-la-television-prima-la-apariencia-sobre-el-talento-el-espectaculo-sobre-la-informacion/