Los
datos de audiencia son el Dios de las parrillas televisivas. Son
quien crea, destruye, juzga y decide todo lo que se emite por
televisión. La calidad de los productos, su posible función como
servicio público, el aprovechamiento del medio audiovisual como
soporte de expansión de cultura, de arte, de valores... a las
cadenas (con la excepción de la decencia de alguna pública) nada
les importa si los señores de Kantar Media dicen que tal formato no
vale, que la muestra de población que representa a España ha dicho
que no. Y no les importa porque la televisión es publicidad; y a la
publicidad, por muy arte que sea para algunos, le importa lo que le
importa.En
el cielo del siglo XXI están sentados Dios, los Mercados y el Share.
Cada uno hace y deshace en lo suyo y la audiencia hace lo propio en
la televisión. Las cadenas venden audiencias a los anunciantes de
ahí que se cambien sus parrillas con el fin de tener contento a ese
ente abstracto que aglutina a los televidentes.
El
estreno de El
Número 1 (Antena 3 ),
el 26 de marzo, hizo temblar las parrillas de nuestra televisión.
Especialmente las del grupo Mediaset
que modificaron la programación no de uno de sus canales
generalistas, si no de los dos (Telecinco
y Cuatro).
El primer ejemplo de esta campaña de contraprogramación, algo que
en la teoría es ilegal pero que luego todos hacen, fue el cambio de
fecha de una de las joyas de la corona de Telecinco:
Gran Hermano.
El programa se emitía los jueves pero excusándose en la huelga general que coincidía con su gala (y que por otra parte podía
restarle audiencia) lo traspasó en esa precisa semana para el lunes
intentando eclipsar el estreno de Antena
3.
La jugada es entendible: a El
Número 1
se le presupone un perfil de audiencia similar al de Gran
Hermano.
Si ése público ya está fidelizado al reality de Telecinco
(que
ya llevaba varias semanas en antena) no dejará de ver el programa
que ya sigue. Al final Antena
3 consiguió
sobrevivir a las adversidades y se hizo con el liderazgo de la
audiencia, sin embargo su programa ha perdido tirón tras su estreno
y tras dos meses Gran
Hermano
le sobrepasa.
Las
ficciones nacionales tampoco escapan a la mirada incisiva de Kantar
Media y es que en el mismo mes de marzo hemos presenciado la
espiración de dos de ellas. El primer ejemplo lo encontramos en
Antena
3 que
decidió no renovar su serie Toledo
que parecía apuntar alto en su estreno pero que terminó
estrellándose ante el Tú
si que Vales.
La cadena decidió que no le compensaba seguir produciendo una serie
de alto presupuesto cuya audiencia iba a la baja por lo que no habrá
segunda temporada.
Una
por ti y otra por mí. Si Telecinco
batía a la serie de su enemiga con Tú
si que Vales, Antena 3 hizo
lo propio con una de las ficciones de Telecinco:
La
Fuga.
La serie se estrenó con un prometedor 16,9% pero sus audiencias no
pararon de descender. Sufrió numerosos cambios de programación,
escapó de la competencia de Con
el Culo al Aire,
luego de la de Toledo
y más tarde volvió a su posicionamiento original, tanto vaivén
intentando perseguir a la audiencia sólo consiguió marearla.
Telecinco
ha decidido no producir una segunda temporada aunque está intentando
rentar la primera con su exportación al extranjero, dónde parece
que quiere ser acogida.
Fuentes:
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